Se cruza con el diseño a los 18 años, desde su paso por el “Bachi” de Arte de la UNLP. La comunicación y la planificación estratégica se han convertido en su modo de vida. Le ha dado nombre a tres hijos y a cientos de marcas. Le fascinan las palabras y el naming es su especialidad. Cree que es posible meditar andando en su bicicleta.